Antonio P. Caínzos. Propuesta de metodología rentable en enseñanza de fundamentos técnico-tácticos
Apuntes sobre la charla de Antonio Pérez Caínzos sobre metodología de entrenamiento.
Introducción.
El entrenador como sherpa.
Identificar dónde estamos.
Crear y transformar contextos.
Entrenamos para el jugador.
Acción de juego vs Objetivos operativos.
Metodología rentable de entrenamiento.
Introducción
Apuntes sobre la charla de Antonio Pérez Caínzos sobre metodología de entrenamiento.
La conferencia fue ofrecida por la Asociación de Entrenadores de Baloncesto CAM en el contexto del 2º día del entrenador en diciembre de 2021.
Es habitual entre formadores el debate sobre qué metodología es mejor, acostumbrando a contraponer siempre el trabajo analítico vs el de variabilidad. Esta conferencia de Pérez Caínzos viene a aportar también un poco de luz a esta cuestión.
La conclusión inicial a la que podemos llegar es que, en realidad, esta dicotomía no existe. Los dos trabajos son importantes y se retroalimentan. Difícilmente podremos trabajar de manera variada con jugadores noveles sin un trabajo analítico previo y, de la misma manera, con jugadores más experimentados, requeriremos de cierta variabilidad, que enriquezca el trabajo analítico, si queremos una trasferencia real al juego.
El entrenador como Sherpa
Ser guías para nuestros jugadores. El entrenador debe ser un especialista, conocer muy bien el juego (montaña) y guiar el jugador en el camino. Sabemos qué se va a encontrar el jugador más adelante.
Muchas veces el jugador "no sabe que no sabe", por lo que debemos guiar al deportista sabiendo "lo que hay en la cumbre, sabiendo lo que va a necesitar" para afrontar los retos que el juego le va a ir presentando.
Eso no quiere decir que tengamos que jugar a "ser dioses". “Por encima de todo siempre está el juego". Por orden de importancia:
Baloncesto.
Equipo.
Jugadores.
Como entrenadores, debemos estar a un lado para guiar en todo este proceso. Transmitir al jugador que debe tener unos valores de respeto hacia este deporte.
Identificar dónde estamos
Es muy importante identificar cuál es nuestro contexto; ¿Dónde estoy entrenando?, ¿qué nivel tienen mis jugadores?, ¿qué edad?...
Nuestro reto debe ser intentar ser un "entrenador universal", que sea capaz de adaptarse al mayor número de contextos posibles para ayudar a nuestros jugadores a conseguir sus objetivos.
Crear y transformar contextos
Tenemos la capacidad de crear contextos. Generar un "ring" de entrenamiento:
¿Qué normas tenemos a la hora de entrenar?
¿Cómo educamos al jugador para escuchar?
¿Qué espacios comunicativos tenemos?
¿Cómo corrijo al jugador?
¿Cómo aprende el jugador a entrenar? La importancia de prestar atención.
….
La respuesta a estas preguntar irá generando nuestro “ring” de entrenamiento (contexto formativo).
Entrenamos para el jugador
Muchas veces nos confundimos y entrenamos para nosotros, aunque realmente pensemos que lo estamos haciendo para el jugador.
Debemos siempre entrenar para el jugador, si no, es el jugador quien saldrá perjudicado.
Intentar mejorar el jugador desde sus puntos fuertes, no desde sus puntos débiles (lo que no sabe hacer).
En nuestra metodología debemos presentar ejercicios donde sus puntos fuertes siempre estén presentes y aprovecharlos para trabajar sus puntos débiles.
Acción de juego vs objetivos operativos
Plantear objetivos operativos para cada acción de juego.
Hablarle antes al jugador sobre lo que necesita. Qué le va a demandar la acción de juego y qué necesitará para resolver la situación planteada.
Partir de la necesidad de aprender del jugador, que quiera aprender. Esa necesidad de aprender te la da el propio juego.
Metodología rentable
El jugador, si le dedica tiempo, va a mejorar. La clave, como entrenadores, es intentar optimizar el tiempo de entrenamiento para que mejore a mayor velocidad. Que el jugador perciba que mejora.
Propone 4 fases de entrenamiento. Remarca que no son fases estancas ni que se suceden siempre una detrás de otra, sino que intenta ir jugando con ellas y que se vayan dando dentro de la sesión:
Coordinativa y de control interno.
Trabajo técnico y coordinativo. Trabajo analítico de 1c0. Tiene que ver con las habilidades motrices específicas del juego.
La atención del jugador es interna, no hay elementos externos.
Entrenamos "el qué". Fundamental tener paciencia y disciplina.
Hay que entrenar para que el jugador pueda realizar el gesto técnico en 1c0 a máxima velocidad. Llevarlo al error.
Inductiva y de interiorización.
El jugador interioriza "para qué" hace las cosas. Debe entender para qué hace todo lo que les estamos proponiendo. Contextualización.
Tareas sin oposición con un mínimo de control externo pero con participación perceptivo- decisional: 2c0, 3c0, 4c0, 5c0.
Ruedas comunicativas y juego sin balón.
Regulación del control externo.
Es la fase más rica de todas. Tareas con estímulos externos.
Regulamos el espacio, el número de jugadores, el tiempo, añadimos o quitamos estímulos... Participación activa por parte del entrenador dentro de la tarea.
Plantear situaciones tácticas en situaciones de oposición: 1c1, 2c1, 2c2, 3c2...
El cómo y el cuándo.
Da sentido a la enseñanza coordinativa (fase 1).
Mayor dificultad para el jugador.
Creativa y de aplicación al juego real.
5c5/4c4. Aplicar al juego real los fundamentos adquiridos.
Tareas con transferencia al juego real.
Tareas con incertidumbre y de decisión abierta.
Es partidario que las 4 fases se puedan dar en una misma sesión. Aunque cada etapa formativa del jugador va a demandar más de una u otra. También puede venir condicionado por la propia acción a entrenar.
En ocasiones nos puede interesar empezar por la fase 3 para generar la necesidad al jugador y poder luego entrar en la fase coordinativa.